Hoy, nos adentramos en el territorio de las bandas de música y nos quedamos estupefactos. Aunque no hay cifras verificables, se calcula que sobrepasan en mucho a las de tres mil, entre las formadas por tambores y cornetas y las sinfónicas o filarmónicas.
Todas visten de manera peculiar, en consonancia o no con los anagramas que las identifican y que figuran en los pendones. Nuestra conclusión es que tantas bandas deben dar trabajo a empresas especializadas en este tipo de uniformidad, ya que tienen poco en común con la forma de vestir de otros sectores laborales.
De entrada nos han puesto al corriente de que las bandas formadas por cornetas y tambores visten al estilo militar. Pero aún y así las posibilidades son muy diversas. Guerreras, uniformes inspirados en diferentes cuerpos del Ejercito, como la Marina… Se tocan con casco —que puede adornarse con penachos de plumas o plumines—, kepis, ros, gorras de plato, a los que añaden ornamentos: bordados, hombreras, galones, pecherines, cordonería, mantolines, insignias, fajines, cinturones, botones especiales y un sinfín de ornamentos más. Por su parte, las sinfónicas son más discretas. Se escogen trajes básicos y se les añaden los complementos que van a marcar las diferencias. En algunas sinfónicas se impone el chaqué.
Según nos comenta Enrique Velázquez, gerente de Uniformes Costa del Sol, en muchos casos, son más costosos los ornamentos que el propio traje. Especialmente cuando presentan bordados a mano, con hilos de oro y plata.
Otra particularidad en la demanda de este tipo de uniformidad es que hay grupos que prefieren vestir de acuerdo a épocas pasadas y los hay que se inclinan por un diseño moderno.
Se puede afirmar que se hace sastrería a la medida. Pero ahí no acaba todo. Ya tenemos a la banda con sus impecables nuevos uniformes, una imagen que debe perdurar. Aquí interviene Enrique Velázquez: ‘Los niños crecen, los adultos cambian, y no es cuestión de reponer las prendas que acostumbran a ser costosas. Lo que hacemos en Uniformes Costa del Sol es tomar precauciones. Confeccionamos las prendas de modo que se puedan agrandar y adaptar de año en año. Ya hemos vestido a más de cien bandas de música y ha resultado ser un sector agradecido en el que funciona a la perfección el boca a boca. Es lógico, ya que las bandas se lucen por las calles’.
Todas visten de manera peculiar, en consonancia o no con los anagramas que las identifican y que figuran en los pendones. Nuestra conclusión es que tantas bandas deben dar trabajo a empresas especializadas en este tipo de uniformidad, ya que tienen poco en común con la forma de vestir de otros sectores laborales.
De entrada nos han puesto al corriente de que las bandas formadas por cornetas y tambores visten al estilo militar. Pero aún y así las posibilidades son muy diversas. Guerreras, uniformes inspirados en diferentes cuerpos del Ejercito, como la Marina… Se tocan con casco —que puede adornarse con penachos de plumas o plumines—, kepis, ros, gorras de plato, a los que añaden ornamentos: bordados, hombreras, galones, pecherines, cordonería, mantolines, insignias, fajines, cinturones, botones especiales y un sinfín de ornamentos más. Por su parte, las sinfónicas son más discretas. Se escogen trajes básicos y se les añaden los complementos que van a marcar las diferencias. En algunas sinfónicas se impone el chaqué.
Según nos comenta Enrique Velázquez, gerente de Uniformes Costa del Sol, en muchos casos, son más costosos los ornamentos que el propio traje. Especialmente cuando presentan bordados a mano, con hilos de oro y plata.
Otra particularidad en la demanda de este tipo de uniformidad es que hay grupos que prefieren vestir de acuerdo a épocas pasadas y los hay que se inclinan por un diseño moderno.
Se puede afirmar que se hace sastrería a la medida. Pero ahí no acaba todo. Ya tenemos a la banda con sus impecables nuevos uniformes, una imagen que debe perdurar. Aquí interviene Enrique Velázquez: ‘Los niños crecen, los adultos cambian, y no es cuestión de reponer las prendas que acostumbran a ser costosas. Lo que hacemos en Uniformes Costa del Sol es tomar precauciones. Confeccionamos las prendas de modo que se puedan agrandar y adaptar de año en año. Ya hemos vestido a más de cien bandas de música y ha resultado ser un sector agradecido en el que funciona a la perfección el boca a boca. Es lógico, ya que las bandas se lucen por las calles’.
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